No me gusta que me abracen,
es unión efímera entre dos cuerpos
que me hace sentir incómodo.
Invitas a invadir tu espacio,
mi espacio, con un pequeño lazo
invisible,
intangible,
mientras te mantienes erguido.
Un lenguaje silencioso,
profundo en su efecto,
transitorio,
pero dejando huellas sutiles
donde los latidos resuenan.
Mis límites desafiados
por tus manos.
Y ahí permanezco, en pie
guardando la distancia
mientras me llamas idiota...
Mas bien soy un cobarde...
En la distancia encuentro refugio,
no quiero ser cautivo
de tu cerco
y descubras el rincon de mi alma,
ese espacio que te dedico,
ese rincón que es tuyo,
inmortal
e imborrable.
Porque con tu gesto,
se revela mi pecho,
quebrarás mi resistencia...
quizás tengas razón
en llamarme idiota,
pero si te acerco a mis latidos,
no podré guardar
más secretos
que arden en el silencio,
temeroso que descubras
que soy un idiota...enamorado.
En cada pulso,
mientras el mundo sigue girando,
mi corazón late sin cesar,
desde el primer día
que te acercaste
y me rodeaste con tus brazos.
Este poema des del primer verso me ha creado intriga, parecía que huía del amor protagonista sin embargo al final resulta desear ese abrazo del que huía -R-
ResponderEliminarGracias R :)
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