jueves, 27 de diciembre de 2012

Contemplo el tiempo pasar (r)



 Contemplo el tiempo  pasar

sentado en un tronco ahuecado,

en medio de un  campo de amapolas,

bajo el terciopelo azul del cielo.


La vida transcurre lentamente

cuando pinto nubes blancas

en mi lienzo.


Aquí, bajo la caricia del viento,

podría amarte toda una vida,

y quizás, no sería  suficiente tiempo.

La vida dura un aliento,

como el suspiro que precede a un beso.


Aquí sentado,

podría amarte toda una vida,

solo necesito un instante

para cerrar los ojos,

y soñar que sigues aquí conmigo.



sábado, 15 de diciembre de 2012

Hoy desperté (r)



Hoy, al despertar,
una sonrisa encendida
asomaba en mi alma cansada.
He vuelto a soñar contigo,
en la noche pasada.

Soñé que caminábamos
tú y yo, de la mano,
bajo el mismo lienzo,
y me mirabas.
No necesitábamos
decirnos nada.

A cada paso de tu corazón,
el mío, callado, aguardaba.
No hacían falta las palabras.

Soñé acariciar tu pelo,
me mirabas con tus
profundos ojos,
de verde esperanza,
y mi alma, sedienta,
en tu océano naufragaba.

Soñé que me besabas,
y cada beso,
cada beso que me dabas
se tallaba a fuego,
como huellas olvidadas
en la arena de una playa desierta.

Hoy desperté,
con sonrisa pálida,
fingiendo vivir en mi sueño,
donde las palabras ya no bastan.

Amaneció, como todas las madrugadas,
y a mi lado ya no estabas.

Desperté en la mañana oscura,
soñando deseos,
una ausencia en mi mente,
sin esperanza.

¿Por qué temer a partir,
si en vida,
la sombra de la soledad
es mi guarda?


Vivo en sueños
y muero,
muero cada madrugada.



domingo, 25 de noviembre de 2012

Hoy he visto un árbol desnudo (r)



Hoy vi un árbol desnudo,

de tronco grande e imponente,

despojado de hojas,

pintado de melancolía.


Un árbol huérfano,

abandonado por su sombra,

donde sólo brota el quebranto

en sus ramas olvidadas.


Es la llegada del invierno,

que todo ensombrece en su vientre,

una penumbra de lenta muerte.



Quise dejar atrás

un océano sin horizonte

donde los recuerdos zozobran.


Pero hoy vi un árbol

de colores ausentes,

y mi corazón recordó,

que un día naufragó

en la memoria del olvido.


Y recordó esos días,

cuando tus brazos,

le resguardaban del frío.



jueves, 8 de noviembre de 2012

Aunque mi corazón (r)



Aunque mi corazón

fuera un libro abierto

nunca entenderías,

que a cada momento,

y cada instante,

quisiera estar contigo.


Permanecer sentado

 bajo un árbol,

hasta que se ponga la tarde,

contemplando cómo escribes,

 tan callada,

tan distante,

esas historias de amor,

que nunca hablaron de mí.


Estar junto a ti

cuando brota tu sueño

 y anhelas lejanos lugares.

Cuando duermes,

a tu lado,

muero despierto. 


Nunca entenderías

que a cada momento,

a cada instante,

quisiera estar contigo,

 crucificado en tu silencio.


Ese silencio,

que alimenta mi corazón

y callado arde.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Dos cortitos (r)




Dos cortitos:


La luna recela,

cuando sueño

con besar tu boca,

acariciar tu pelo negro,

cuando abres los ojos

en las primeras luces

de un sol

que en la madrugada,

se asoma



ii


Me cautiva despertar

segundos antes del amanecer,

cuando se ocultan estrellas

preludio y anuncio del alba,

al igual que el brillo de tus ojos

me cautivó el alma

cuando los vi por primera vez.






lunes, 5 de noviembre de 2012

Hoy no voy a escribirte (r)



Hoy no voy a tejer versos tristes,

desprovistos de tus palabras,

ni tintados en sangrientas lágrimas.


Ni del tiempo que se congela,

convirtiéndonos en errantes vagabundos

de un sendero sin rumbo ni destino.


Hoy no plasmaré versos sombríos,

huérfanos de alma.


Ni hablaré del amor,

ese salvavidas humano,

que del abismo oscuro nos rescata.


Ni de cómo tu amor

no logró salvarme

cuando mi corazón se ahogaba.


Día tras día, me dejaste caer,

incapaz de sanar mis heridas

 que, por ti, sangraban.


Hoy no voy a escribirte

versos tristes,

sin derramar lágrimas.



domingo, 4 de noviembre de 2012

He tratado cada día (r)



He tratado cada día de abandonar

este desolado laberinto de soledad.

Descalzado y herido,

clamando al cielo

en busca de una tenue señal.

Pero el grito se ahoga y mi llanto enmudece

en estas impávidas paredes

hechas de invierno.


No hallé hendidura que atravesar.

Todo en mi mundo se quiebra

salvo los muros

de esta perversa condena.


En mis noches

no hay amaneceres

ni cánticos a luna plateada.

Solo un oscuro cielo

que a cada paso del reloj de arena

se torna aún más sombrío.

He intentado entregarme

a un sueño profundo,

pero este frío que todo lo invade,

hiere tanto que impide

que el aliento escape.

He tratado de gritar,

pero hace tanto tiempo

que habito aquí,

que ya no invoco el eco

de las palabras,

y todo es tan solo un recuerdo

en este gélido sueño.



viernes, 2 de noviembre de 2012

Cuando me siento abatido (r)



Cuando me siento abatido

acostumbro deambular

y caminar hacia la playa,

desnudar mis pies en el cálido vacío

y sepultar un llanto en la arena.


Abrazar el sonido de las olas

y contemplar, poco a poco,

en la silenciosa oscuridad,

cómo pasan las horas,

cómo menguan las estrellas.


La noche es fría y me abstraigo

distraido mirando la mar,

en la distancia que nos separa.

¿Y si pudiera atravesar

este océano infinito,

y nadar hasta la otra orilla?

Solo este manto turquesa nos aleja.


Pero sucumbo y

me abandonan las fuerzas.


En el crepúsculo,

recuerdo el primer día que te vi.

Ese, que tu sonrisa vestía

un ramillete de colores.

Ese, en que el brillo

de tus grandes ojos negros

avivaron esperanzas

en un solar yerto.

Ese día, en el que yo

erraba muerto

y mi corazón renació 

buscando tu encuentro.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Aún no es invierno (r)



Aún no es invierno

y aquí, de pie, tras el cristal

de mi ventana,

siento como golpea

el furioso viento,

arremetiendo con su puñal

de frío y escarcha.


Intento recordar,

avivar en mí,

 ese calor, que en el pasado,

me traías con tus abrazos.


Dicen que la distancia

es una muerte que te apuñala

en silencio y lentamente.

Que arrebata la vida

en cada sueño.

Diabólica compañera

de la esperanza.


Soñar no es vano

cuando no se tiene miedo

a la gélida guadaña.


¡Soñar ...!


Soñar que alojas

tus labios en mi mejilla,

como estela de mar

que se deposita suavemente,

por la fría arena

de la orilla.


Una huella presente,

que deje de ser

cadenas del pasado.


No habrá más lágrimas,

distancias, ni llanto.

¡Soñar, soñar juntos de la mano!



sábado, 6 de octubre de 2012

Hojas resquebrajadas bajo mis pies…(r)



Hojas resquebrajadas

crujen bajo mis pasos,

anuncio majestuoso

de la llegada del Otoño.

Nada perdura eternamente.

Los almendros, desnudos,

se rinden al viento,

un frío creciente abraza

sus brazos abiertos.


El sol del mediodía,

visitante pasajero,

cobija a los cerezos,

evocando recuerdos,

de cuando se vestían

de hojas y flores.


 Esos mismos trajes

que ahora yacen marchitos

en el gélido suelo.


El cielo palidece,

su brillo se apaga

 y se tiñe de amarillo.

Atrás se desvanecen

los días cálidos

vencidos en susurros,

 en el sueño de la noche.


Nada es eterno.


Sólo el frío persiste,

un testigo mudo,

que mantiene con vida

mi corazón inerte.


Y solo el recuerdo 

de tu sonrisa,

de un último beso,

desharía este gélido yermo. 


Pero los días de ayer

parecen ya tan lejanos.


lunes, 27 de agosto de 2012

Quiero susurrarle a la luna (r)



Quiero susurrarle a la luna al oído,

acariciar con dulzura su tez plateada

contarle los sueños de cuando era niño

y en las frías noches del estío

silenciaba mis lágrimas en la mañana.


Quiero sentarme en su falda blanca y pura

y dormir cobijado por su caluroso destello,

soñar, que ya no sueño nada

y que todo ha sido un sueño.


Quiero sucumbir a su lado,

abrazado, en calma.

Despertar al alba con su mirada,

como en las noches de verano

el rocío, besa la madrugada.



viernes, 24 de agosto de 2012

cada mañana (r)



Despierto cada mañana

acariciando un vaso de café,

tan amargo

como mis lágrimas sin tus labios,

esperando encontrar,

tus besos,

tu sonrisa,

tu mirada.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Abrazado a una botella. (r)



Quién iba a pensar
que tus palabras de promesa
dolieran tanto como
tú silencio.

Que la esperanza
de soñar contigo
durara un suspiro,
como perseguir
el paso de una estrella
en el negro infinito.

Quién iba a pensar
que te escondieras
entre las luces de la noche
y yo, te busqué aquí,
bajo la tierra.

No hay rincones en mi
pecho que te resguarden.
Solo una lágrima
atestigua tu recuerdo


Quién iba a pensar
que el dolor
de haberte ido,
ese frío que estremece
y a mi corazón congela,
lo iba a luchar
en esta solitaria arena,
al calor de una hoguera,
postergando un delirio,
abrazando a una botella.


martes, 31 de julio de 2012

Nunca te mostré el mar (r)



 Quise mostrarte el mar,

sentados, tú y yo,

en la arena,

desnudando estrellas

a las faldas de la noche.


En un abrazo

esperando que amaneciera,

y a tu lado a mirar,

como las olas del mar

acarician nuestros latidos.


En el vaivén

del silencio,

trazar camino

hasta tu cintura,

y en mi boca,

morían tus besos.


En la arena,

junto al mar y el viento,

sentado sueño.



jueves, 21 de junio de 2012

Algún día (r)




Algún día,

eludiremos la distancia

con el abrazo de nuestro cuerpos.

Dejaremos atrás

los miedos

de vastos mares,

y viejos recuerdos.


Algún día,

en silencio oirás

los susurros de mi corazón

y sabrás que te habla a ti.


Algún día,

cuando naufrague

en tu cuerpo.


Tu Silencio (r)



No recuerdo el día

que alejaste tu mano de mi mano.

No fui consciente

que el dolor llegó callando,

hasta que mire atrás,

y en mis lamentos,

estaba tu nombre,

viendo tu silueta

alejarse de mis noches.


No pude retener 

 tus pasos errantes.

Era tu destino,

y cada huella

que dejabas,

cada palabra

que callabas,

era tu camino.

Ese mismo,

que te apartó de mí


Te busqué siempre

con cada puesta de sol,

esperándote de pie,

lleno ilusiones,

mirando como,

con la llegada de la tarde,

se ruborizaba el cielo,

del mismo modo que

con tus besos,

pintabas mis mejillas.


Siempre te busqué

a gritos,

sin llanto,

en el silencio,

sin consuelo.


Y permanecí esperando

a que la marea trepara

por mis rodillas.

Anhelando que el vuelo

de alguna gaviota me trajera

de vuelta tu sonrisa.

Deseando sentir otra vez

el calor en mi corazón descalzo,

de esta arena,

que ahora yace fría.



domingo, 10 de junio de 2012

el silencio (r)



Siempre imaginé el silencio

como una árida playa desierta

acariciada por un atardecer en calma

Sin aves al vuelo,

ni olas empujadas por el viento.


Donde ya no navegan las palabras,

ni los sueños zarpan de viaje.


Donde sólo los recuerdos

se aventuran a dejar

una leve huella

de cómo yo te amaba

 y tú, en silencio,

permanecías callada.



jueves, 10 de mayo de 2012

Verte sonreír II (r)



Verte sonreír,

es contemplar

el deshielo en primavera,

admirar como emergen

las orquídeas y los claveles

ocultos tras un manto blanco,

y cobran de nuevo vida

los colores.


Es ver tus ojos marrones

teñir el cielo azul. 

Un despertar de mariposas

que durmieron bajo el frío

buscando el calor de la tierra.


Verte sonreír,

agarrando tu mano,

amaneciendo en tu mejilla.

Tan de cerca de tus labios,

yo  quisiera, por siempre, 

verme a tu lado reflejado.



martes, 8 de mayo de 2012

Hoy fui de entierro (r)


Hoy fui de entierro.

Uno de esos sin coronas

ni lágrimas ni flores,

donde solo un árbol viejo llora,

depositando en el frío suelo

hojas secas como ofrenda,

acomodadas en la tierra,

como oración de consuelo,

y poco a poco,

el viento se las lleva.


Hoy fui de entierro.

A despedirme de ti,

sin derramar lágrimas,

solitario y desnudo,

acompañado de mi silencio,

para devolverte a la tierra

con mis manos desnudas

y mi corazón abierto.


Vendrá otra mañana

y aquí seguiré 

desparramando

puñado a puñado,

tierra sobre tierra.

Nadie me dijo cuánta se necesita,

para en esta vida,

poder enterrarte y olvidarte.




Te has ido (r)



Te marchaste,

sin que yo te añorara.

Hace ya tiempo

dejaste mi vida,

del mismo modo

en que abandonaste la tuya.

La promesa de un beso,

de sentir tu cuerpo cerca,

se desmoronó

 hecha pedazos.

Vives en mi memoria

pero mis ojos

no conocen lágrimas

Acaricié mi mano

contra tu corazón,

no para sentir su latir,

si no para que él

continuara palpitando.

Pero fue solo un sueño,

que hace tiempo,

tú has quebrantado.


Verte sonreír I (r)



Verte sonreír,

es presenciar el alba

en una playa desierta,

donde cada rayo de sol

te abraza

y poco a poco,

tímidamente,

deshace el frío

de noches lejanas.


Verte sonreír,

es poder sentirte

sin estar presente.

Es soñarte

estando despierto.

y poder cruzar

 un ancho mar,

sin velas ni viento.

Una luz que atraviesa

la distancias.



viernes, 4 de mayo de 2012

Mi regazo (r)




Te sentaré sobre mi regazo con ternura,

acariciando tu mano con mi mano,

sintiendo de cerca nuestros corazones, 

rodeando de cerca tu cintura,

y te contaré, una y otra vez, esa historia

donde el sol se enamora de la luna.



jueves, 3 de mayo de 2012

Te soñé en una noche fría (r)


Te soñé,

en una noche fría,

de esas noches mías, 

donde cuento una a una

las estrellas del cielo

le hablo del amor,

de ti,

de mí,

a la luna llena.



Te soñé,

en una noche fría,

de esas noches sin nubes

donde los enamorados

se cubren tras el velo

de alguna esquina oscura.



Te soñé,

en una noche fría,

de esas noches que tus ojos

tanto brillan,

donde descubro el calor de tus besos,

yo en tus labios

 y tú en los míos.



Te soñé,

en una noche fría, 

de esas donde mías,

donde tu amor,

en silencio,

me envuelve y me abriga

y yo en tu silencio,

me refugiaba enamorado.


Te soñé,

quizás, tan solo sean

sombras del pasado.



martes, 1 de mayo de 2012

Abandonando la mar (r)



Abandonando una suave brisa,

 partí sin mirar atrás, poco a poco,

alejándome de la cálida orilla,

 caminando hacia las rocas

donde la furia del mar

celebra y entierra su ira.


De pie, solitario,

en la última roca me arrodillo,

me lamento al cielo:


De qué sirve gritar

en el mismísimo infierno

si el rugido del mar

me convierte en silencio.


La roca, a la mar amedrenta,

y ante ella deposita lentamente

lo que otrora fue su vida.


No pude ahogar a mi corazón 

sin verlo naufragar primero.

Y donde el mar a la roca teme y olvida,

fui a entregar la mía.




viernes, 27 de abril de 2012

Esclavo (r)



Refugiarte entre mis brazos,

mi deseo

que no alcanzo.


¡Y duele tanto¡


El hueco en mi pecho,

un grito sordo

de desespero.


Anhelo,

sin recompensa

ni eco,


Me aterra

el deseo,

una acaricia de tu mano,

un sueño,

al viento

sin destino

ni dueño.


De mi boca un te quiero,

 esperando

tu reflejo

en el sendero.


Soy un esclavo,

aletargado

en un rincón

del tiempo.



miércoles, 25 de abril de 2012

Mesa Camilla (r)



En el salón de nuestra casa

reposaba una mesa modesta,

en el mismo centro del salón,

custodiada por sillas de madera

en el frío comedor.


Nunca nos sentimos pobres

hasta la presumida mesa

alardeaba, la muy coqueta,

de un vetusto y  solitario jarrón.


Nunca le faltó halagos ni cariño,

colmada siempre con bellas flores,

depositadas con llana elegancia,

recogidas del campo

y regadas con amor.


En las frías noches del invierno,

la cubríamos con el viejo faldón,

desenterrábamos del trastero

un ennegrcido brasero

que avivámamos

con un puñado de picón.


Nuestros pies danzaban

felices alrededor.


Las ascuas menguaban,

anunciando de la hora,

y cada alma,

en silencio por su lado,

se retiraban hacia su cama,

cobijándose bajo el abrazo

de una gruesa manta.


Nunca pasé frío en mi casa

cuando nuestra madre,

desde el silencio,

nos custodiaba

y en la frente,

un beso buenas noches nos daba.



lunes, 23 de abril de 2012

Tarde De Cumpleaños (experimental)


Hace ya mucho tiempo,
que no celebro mi propio
cumpleaños;
hoy fui a  festejar uno ajeno.

Las tardes de los domingos
tienen lo que tienen
cuando no se tiene
algo que hacer.

Setenta y un años,  orgullosa madre
y maestra  Baile,
tan modesta como las zapatillas
 a la base de, por sólo hoy, 
su entronizada silla.

En el centro del cumpleañero patio,
una mesa larga, vestida para la ocasión;
 cobijándonos bajo la sombra 
de un majestuoso olivo
que plantó su difunto marido,
recuerdo eterno de sus raíces, 
cuando la guerra les hizo abandonar Jaén.

Entre risas, copas y café, discurren
sobre cuál fue el  mejor momento
de sus vidas; unos que si los cuarenta y cinco
otros  que mejor a los cincuenta y tres.
Yo, me tapaba la boca, con un trozo de pastel
y me pensaba para mí:
“me quedo con mis treinta y seis.”



A esa edad,
siempre se habla de lo rápido que pasa la vida
y que la vida pasa tan rápido, que
el único intento que hacemos por conservarla,
es hablar  de los recuerdos y del pasado, 
como si eso sirviera para detener el tiempo.
Y sin embargo, el tiempo se detiene.


Da gusto pasar la tarde, en familia
y que rápido se pasa el tiempo
claro, con la familia de otro
Si fuese la nuestra, se pasaría lenta,
Mucho más lenta.

Refrescando ya la tarde,
brindis final
obsequio la Soberana, 
en pie, frente a su familia,
estirando su copa de cava.
Dio gracias por la compañía
y que otro año más a apuntar en la cuenta.
-a mi edad . . . la vida o te “ajamona” o te “amojama” 
que Dios os conserve en salud,
 que la mía ya está por pedir la cuenta,
allá arriba mi "marío" se impacienta
pero que me quiten lo “bailao”.

domingo, 22 de abril de 2012

Te soñé tanto (r)


Te soñé tanto
que no creías cuando
te decía que en mi sueño
tú eras el sueño
que yo soñaba soñar.

Yo siempre ensoñaba contigo.
No sé qué anhelas en tu soñar.

Ahora quieres soñar a mi lado
soñar que sueño contigo,
 soñar que nos soñamos.

Tú, sueña conmigo en tu lado
que yo, ahora, en el mío
  seguiré roncando.



No veo (r)


No veo
 a través del tiempo,
ni lo que 
tras la esquina aguarda,
no soy 
un temerario ciego.

Algo inquieto,
 algo apasionado.
Yo me autoproclamo
loco enamorado.
Tu simplemente
 me ves hueco
por dentro.

Sueño 
con quitarte el velo
y por delirio, 
de un solo día,
ver juntos al sol y la luna, 
en el cielo.

Pero los locos no soñamos,
vivimos en nuestra mente.




Dunes