Hoy no voy a tejer versos tristes,
desprovistos de tus palabras,
ni tintados en sangrientas lágrimas.
Ni del tiempo que se congela,
convirtiéndonos en errantes vagabundos
de un sendero sin rumbo ni destino.
Hoy no plasmaré versos sombríos,
huérfanos de alma.
Ni hablaré del amor,
ese salvavidas humano,
que del abismo oscuro nos rescata.
Ni de cómo tu amor
no logró salvarme
cuando mi corazón se ahogaba.
Día tras día, me dejaste caer,
incapaz de sanar mis heridas
que, por ti, sangraban.
Hoy no voy a escribirte
versos tristes,
sin derramar lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé respetuoso