No te alejé de mi lado,
porque no te quisiera
o para herirte con desaire.
Sino para despertar
de un largo sueño de pasados,
y contabilizar las cicatrices
que en mi alma dejaste.
No, no te aparté de mi camino
porque ya no te amara,
lo hice para encontrar los rastros
de una quimera,
que tu recuerdo dejó,
entre las sombras y las estrellas.
No te alejé de mi lado
porque no te deseara,
sino para ser el soberano
de mi propia tristeza,
dueño y esclavo
de este corazón en llanto.