Escribo sin saber el porqué,
sentado cada día ante el escritorio,
absorto en la hoja en blanco,
esperando que brote algo dentro de mí.
Me siento a esperar,
a que aparezca una imagen,
o se apague el sonido.
Mis dedos exploran el papel,
buscando a ciegas algún matiz,
alguna dirección.
No sé a quién escribo
pero te sigo buscando
en cada trazo.
Pienso en el amor,
sin haberlo tocado,
sin estar herido,
hablo del dolor
que no he vivido.
Ese dolor que brota, afligido,
y transforma mi corazón
en un trozo de carne.
Entre versos fumo un cigarro,
mientras contemplo
como el humo se escapa por la ventana,
como la vida se desvanece.
Con cada línea,cada palabra
es un intento de encontrarte
de traerte a mí,
transcendiendo el papel
y mi mente.
Sé que te quiero, pero,
¿será suficiente?
En cada verso,
cada sílaba,
eres tú.
Las palabras fluyen por mis dedos
ansiando acariciar tu pelo.
Derramo tinta sobre el lienzo,
con lágrimas, escribo y borro,
mis pensamientos
Sólo me queda escribir
y el recuerdo de cómo me mirabas.
Aun no eres pasado
y ya te echo de menos.
No eres verbo futuro
tan sólo eres,
La Palabra en mi boca
para mi....el mejor!!
ResponderEliminarme ha gustado mucho esa continuidad que te obliga a enlazar una linea con la siguiente, te engancha por saber y saber que es lo que tienes que contarnos. muy bien!!