En el jardín de suspiros callados,
un estanque oculto se revela,
donde el agua cae en rocío plateado,
y el ruido relajante susurra en pena.
Un torrente desciende con dulzura.
Chorros que trazan un canto mágico.
Gotas que abrazan las flores,
en una danza de lo trágico.
Sombras entre estatuas acarician al viento,
bailando al compás de una melodía.
Espejo de la vida
en la pluma líquida del sufrimiento.
El sol, con su brillo enloquecido,
acaricia el amanecer con su fuego.
Danza y fulgor
como un sueño eterno sin dueño.
La luna, en la noche, brilla con pasión,
mientras el jardín se acurruca en su manto.
Sueños y melancolía.
Un beso que sella el corazón.
Un eco que acuna el llanto.
En este jardín de silencio
donde los elementos se unen en tragedia,
se entretejen la vida y la muerte.
Una obra poética.
Una danza eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé respetuoso