domingo, 12 de noviembre de 2023

tus ojos verdes

 


Anhelo encontrarte cada día,
atrás, en nuestro jardín,
mirarte entre lirios,
descalza sobre la hierba,
envuelta de lino blanco,
ver tus ojos verdes,
ojos que sienten,
que ponen a prueba mi paciencia,
verte y sentir que me miran.

Como dos lagos de aguas profundas,
donde me sumerjo y embriago,
te miro,
me pierdo,
 naufrago en el vaivén, 
entre mis latidos
y tus pupilas. 

En el oasis de tus ojos verdes
me extravío,
y en tu mirar,
despierto desterrado,
bajo la sombra
de un edén de pétalos desplegados,
acariciado por la sombra de un sueño,
y envuelto,
por tus suaves besos esmeralda.



Mis pasos son guiados



 Mis pasos son guiados 

por caminos de tierra,

entre campos polvorientos

que respiran tu ausencia.


Bajo la sombra de las hojas,

tu figura persiste, oculta,

y allá, en la lejanía, resuena tu nombre, 

como eco en labios ajenos,

que fluye con firme presencia.


El sol se rinde, 

y la luna despierta,

cada estrella en la penumbra,

testigo ambulante

de mi interminable espera.


Hojas marchitas caen en procesión,

como lágrimas de la noche, 

y se acumulan en el sendero,

testigos silenciosos,

en esta prolongada calma,

de los días que han pasado

desde el instante de tu partida.


Aunque me quede sin camino,

entre el susurro de las ramas 

y murmullos del invierno, 

he sellado una promesa,

en esta senda enredada

que se despliega ante mis pasos,

donde siempre te espero,

y al alba,  sembraremos nuestro reencuentro.



martes, 7 de noviembre de 2023

Recostado bajo la luna,



 Recostado bajo la luna,

tengo sueños extraños,

mis dedos besan con ternura

 la suave piel de las flores,

los pétalos me hablan y los pájaros,

 me susurran al oído

melodías de viejas canciones.

Los árboles, con sus brazos erguidos,

me saludan, cuando navego por la tierra.

Soy como un niño cansado,

tras jugar con las estrellas, 

y mis pies, descalzos, hallan la paz

 sobre la húmeda hierba fresca.

Recostado bajo la luna,

tengo sueños extraños,

donde el amor duerme profundo,

entre el calor de mis brazos.



sábado, 4 de noviembre de 2023

Sé que no me quieres



 Sé que no me quieres, y lo comprendo, 

somos dos caminos que se bifurcan,

y tu corazón, distante, en cada gesto,

se evade y oculta,

pero sigues siendo un sueño,

que aguarda, y en la espera,

revivo tus ojos esmeralda,

grabados en la levedad de la noche.


Quiero tenerte cerca, tan cerca,

 que al pensarlo, mi alma arde,

pero sé que no me quieres,

y mis certezas, en tu ausencia, 

en silencio se deshacen.


Te has vuelto, hace tiempo,

manantial de agua clara,

y mis manos están manchadas de arcilla,

que me amedrenta volver a acariciarte.


Miedo a que me quieras como antes,

que nos queramos como siempre lo hicimos,

cuando éramos jóvenes en locura,

y nos dejamos llevar por las pasiones,

miedo, a convertirnos en dos seres vulnerables.


Sé que no me quieres, que ya no te quiero,

preferimos mentirnos, sentirnos heridos,

y nos lastimamos en este juego,

de pesados miedos y breves verdades.


En alguna esquina del destino,

entre mis ojos sinceros y tus  labios encendidos, 

sentirás, que aún anhelo tus abrazos,

y a aquel fuego antiguo, 

cuando nuestros corazones danzaron juntos,

y sellamos nuestras almas, 

con el candor de lo prohibido.



viernes, 3 de noviembre de 2023

Siempre imaginé tu corazón



 Siempre imaginé tu corazón

como un océano

de aguas tranquilas,

y yo, intrépido, navego 

por el suave coral de tus labios.


Cuando las olas se alzan,

y golpean la arena,

en las noches de luna llena,

encuentro, la calma 

en tus mareas.


Y en la quietud del alba,

cesan la furia de mis tormentas.


Como el océano,

me envuelve,

me arrastra,

en cada ola,

mi rumbo entrego

bajo el cielo, 

y amanezco

sereno y maldito, 

desnudo en la arena. 


Y en la quietud del alba,

 resucito en tus aguas.



jueves, 2 de noviembre de 2023

La muerte es una promesa,



La muerte es una promesa eterna,

donde la vida, con pasión se aferra, 

y el tiempo, indulgente, la condena.


No hay belleza en la muerte,

solo una vida que yerra,

un murmullo constante

en la creación,

hacia una pausa,

en el seno de la madre tierra,

donde la vida se renueva,

y fluye sin tregua.


Las lágrimas caen

de las nubes entristecidas

adornando el suelo,

que recibe, con sumo cuidado, 

a las almas perdidas

de quienes amamos y dejamos atrás,

como aves que se despiden,

de las hojas caídas,

en el rincón del amanecer,

y el viento arrastra sin pesar.



A quién lates, oh mi pobre corazón,

 


A quién lates, oh mi pobre corazón,

en la inmensa noche,

con tanto fervor,

que caminas imprudente, 

y no atiendes a razón.


Mi alma no entiende tus latidos,

 y se adentra en una triste melodía,

acompasada por tu latir apasionado,

en busca de un amor olvidado,

que el tiempo ha guardado, y tu latir,

 clamor entregado a un instante,

se convierte en herida.


Oh, corazón mío,

en la vasta penumbra,

a quién amas, 

solo tú lo sabes,

y a tu anhelo entregado 

no tengo reproche,

tu latir, en silencio grita,

como llama que se agita,

bajo las cenizas, 

 y a tus latidos, yo me uno,

 en búsqueda, de un prolongado sueño.

¡Partamos amparados, 

por la oscuridad de esta noche¡



Dunes