Mi soledad siempre fue una telaraña
hilvanada entre dos almas.
Un tú y yo que un día,
se disolvió en el olvido.
Mi soledad ha convertido
cada noche en mi vida,
en una interminable cuenta atrás,
entre sueños
y recuerdos,
una eternidad
entre deseos
y anhelos,
que reviven y brotan
con fervor,
desde rincones olvidados.
Noche tras noche,
alargada espera,
solitarias noches
donde mi soledad,
es mi única compañera.
Noche tras noche, aguardando
ese primer alba, donde,
olvide tu nombre.
Noche tras noche
busco en mi soledad
ese cordón umbilical,
me devuelva a la vida.
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