domingo, 8 de abril de 2012

Feria Mayo (parte 1)


En una noche ensalzada
víspera de la feria de Mayo
fuimos cogidos de la mano
hacia la algarabía congregada.

Por la calle Torrijos bajamos
tú, con tu traje rociero
de verdes flores y azul cielo
y yo, totalmente desarmado.

Frente al Puente Romano
bombillas, farolillos y gentío
Bajo nuestros pies, El Río.
A lo alto, un enamorado.




(un día de estos haré la continuación :) )

viernes, 6 de abril de 2012

Caminado por la Huerta (r)


Hoy, caminando por la huerta,
mientras paseaba a mi pequeño perro,
miraba pensativo hacia el suelo,
las marcas dejadas atrás 
en la suave brizna de hierba.

Cada huella,
testigo en la húmeda tierra
de cada uno de mis distraído pasos.
El sol luchaba
por imponerse en todo lo alto
ruborizado de tanto en tanto
 por alguna osada nube.


Mientras contemplo
el pasar del tiempo,
tan aletargado
 como el humo de mi cigarro,
mi compañero juguetea
con un pequeño pájaro
que vuela a salvo,
 a varios metros del suelo.

¡Burlona ave,
esperando el último instante
para retomar el vuelo
fuera de su alcance¡
Se posa en otra rama,
mi perro mira,
 salta,
se repite el juego.

Así, pasa sus horas jugando,
tras el rastro
del esquivo pájaro,
 hasta que, cansada y jadeando,
tumba su lomo a mi lado.

Acaricio y apaciguo su jadeo
mientras le susurro suavemente al oído:

Hay cosas que cuesta alcanzar,
cuando persigues atrapar un sueño
pero no te apures mi querido compañero
que mañana, lo volveremos a intentar.


miércoles, 4 de abril de 2012

A Mis Abuelos (r)


Es mi lamento, 

una queja al tiempo

que nos arrastra 

a la postrera orilla,

de cuyo peaje

nadie está absuelto.

Ahondamos ahora,

 en los recuerdos,

que la ciega inocencia 

desperdicia en esos días 

hoy ya mudados.


No habrá tangible agradecimiento

a quienes con una vida ya por culminar,

y por amor a aquellos que  corretean

incautos por su patio hacia el largo

y estrecho  sendero de la vida,

obsequian desinteresadamente

con el regalo de la experiencia y el conocimiento


Imágenes de aquellos domingos.

Romería  en la vetusta casa del  patio coronado

por una centenaria parra, a manera de cielo.

En su centro,

un  exuberante limonero

y arrinconado a un lado,

 el pozo viejo.


Imágenes de mi abuela.

Desenterrando, de tan anónimo escondite,

unas canicas de anís y alguna que otra moneda,

abrigadas en un viejo y anudado pañuelo.

Se ríe de los disparates del abuelo.


Imágenes de mi abuelo.

Sentado en su silla de  madera y esparto,

contando historias de cuando era joven

y pasó La Hambre,

 y de cuando estuvo en la guerra encarcelado.

Se ríe de las manías de la abuela.

.

Nunca hubo heridas ni reparo

en el bolsillo de su corazón.


Y es tarde, cuando se echa de menos

el no haber dejado antes

a un lado el juego y haberse sentado

durante más tiempo a escucharles

contando sus viejas historias,

historias que a ellos forjaron

como hombres y mujeres de provecho.

Ni todos los “te quiero” serán bastantes,

en honra de mis abuelos.


martes, 3 de abril de 2012

Sueña (r)



Sueña,
déjame soñar contigo,
mar en calma
donde olas galopan libres,
bajo el cielo.
Besos de la brisa
en palma de mi mano,
besos suaves,
de terciopelo.

Sueña,
como un velero de papel
desplegado por un suave viento,
que alza su ancla sin temor
burlandose del tiempo.

Sueña,
sueña conmigo,
con mi abrazo
burlaremos la realidad
con un beso
despojaremos el falso velo,
gritaremos libertad.


domingo, 1 de abril de 2012

Si visitas la Mezquita (r)


Si visitas la imponente Mezquita
bien entrado el medio día
y entre su milenaria piedra
clavas tu emocionada mirada.
Ponla también en tu monedero
porque en ella una sombra habita
con afilado palique y don lisonjero
como el aguijón de una avispa.

Te ofrece unas ramitas de romero
mientras lee  las líneas de tu mano,
y bajo el amparo del amor verdadero
el dos de bastos anidará en tu billetero.

Una vez, una anciana gitana,
de arrugada frente y lijada mirada,
me leyó la palma mientras me sonreía
-Que un día mi gran amor conmigo se reuniría-
-Que por  mi salud ella y  dios velaría.-
Y si no me guardase tan bien la vista
juraría que ella también
mi fortuna custodiaría.

Tomé la mano de la buena mujer,
y agradeciéndole tan desinteresado augurio,
deslicé unas monedas en su hatillo.
Sellé nuestro contrato 
con un  beso en su labrada  frente
y partí en busca de tan buena suerte.



Recuerdo aquellas noches (r)



Recuerdo aquellas  noches

cuando sellabas  tus labios

con una mueca graciosa,


Una sonrisa quebrada,

preludio de una despedida

anunciando la hora

mientras el sueño te envolvía.


Lo que no sabías

es que yo pasaba

 horas enteras mirándolos

mientras dormías.


Y mientras un velo

de paz te envolvía,

yo lidiaba con mís latidos

para que no te despertaran.


Desde el otro lado del mundo

sueño con esas noches

donde el mar atrevasaría,

descubriendo tu pecho,

donde tus labios y los mios,

por fin, se ecnontrarían.



Oración (r)



He mirado muchas veces al cielo
buscando a mi diosa de la fortuna.
Atravesando más allá del horizonte
y llegar a ver sangrar mis ojos.
hasta el límite de quedarme ciego.

He rezado muchas veces al sol
para que cambiase mi sombra.
Clavando inertemente mis rodillas,
baluartes de firmeza y piedad,
y nada las pudiera moverme del suelo.

Hoy te llamo por tu nombre verdadero,
clamo, desnudando al fin mi velo,
y solo a ti, a Él, todopoderoso te rezo.
 
Conoces a quien en mi pecho reside,
quien me guió hasta tu sagrada orilla,
mis manos no alcanzan para brindar consuelo.

Velar por quien en este mundo habita,
bajo la sombra de tu amparo, es mi anhelo,


Dunes