es una oposición a uno antiguo llamado Verte sonreir I
:)
Verte madrugar
es aguantar tus ojeras,
tu mal humor,
el peso de la rutina,
una luz que apaga
la cruda realidad del día a día
que con un café no se alivia.
Verte madrugar,
es presenciar el frío,
en una ciudad adormecida,
donde cada rayo de sol
te arrebata el cobijo,
y, sin piedad, perturba
la quietud de noches tranquilas,
que no se alivia ni con dos cafés.
Verte madrugar,
es encontrarte con el cansancio,
la desgana en tus ojos,
es no querer verte
mientras la oscuridad persista,
y encarar el desafío de un día
sin tregua,
sin descanso
ni pausa.
Tres caféteras ya no bastan.
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