lunes, 15 de julio de 2013

LXXXIII (r)



 Unamos tu soledad y la mía, 

como versos entrelazados,

en la palma de la mano. 

Cerremos los ojos, 

y compartamos un deseo,

que nazca de nuestros labios,

y  en suspiros se deslice

con el viento.



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