La soledad,
un yo errante en su propia travesía,
odisea por caminos viejos y desgastados,
autodestierro a un exilio interior,
en busca de un reencuentro,
de respuestas en el silencio,
pesar sin dolor,
en una realidad de barro.
El eco del yo ansía resurgir,
en un abrazo frío solitario,
envuelto en su propia tempestad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé respetuoso