jueves, 18 de julio de 2013

Sólo quiero (r)



Solo anhelo que me ames
como solo tú puedes amarme
de mil formas diferentes,
cada una única e inmortal
como a las estrellas,
 que no se desvanecen.

Tantas como los suspiros
que se pierden en mi camino,
cada uno por ese adiós,
que la noche esconde
bajo su abrazo,
y nunca nos dimos.

El deseo que me ames 
de una única forma,
de la misma manera,
en la que, al mirándote a los ojos,
aprendí a amarte.


lunes, 15 de julio de 2013

LXXXIII (r)



 Unamos tu soledad y la mía, 

como versos entrelazados,

en la palma de la mano. 

Cerremos los ojos, 

y compartamos un deseo,

que nazca de nuestros labios,

y  en suspiros se deslice

con el viento.



domingo, 14 de julio de 2013

y si decides de nuevo retomar (r)



...Y si decides regresar,

caminando hacia mi corazón,

porta contigo un ramo

de rosas blancas

y algo de compañía,

pues tras tu última estancia,

cerré puertas y ventanas

y en silencio, hice mudanza.


En lo que fue nuestro rincón

vagabundea el eco de tu nombre.


Arrojé recuerdos por la ventana

escoltados por una lágrima y un deseo.


De nuevo solo regreso,

en cada una de tus noches

peregrinando con mi alma.



lunes, 8 de julio de 2013

Bajo una noche sombría (r)


Bajo un manto de noche sombría,

la mar camina serena,

he venido a avivar la memoria

y sepultar los recuerdos

que me atan la tierra.


Olvidar que en el horizonte

siempre habrá luna,

donde solo hay espejismos,

danzando entre las estrellas,

de una sombra errante.


Dejar de creer que el vaivén,

sin destino ni deriva,

de una ola en la arena,

une dos orillas.


Mis lágrimas son las cenizas

que brotan de una tierra en llamas,

el reflejo de un alma ataviada con espinas

que peregrina por un sendero

que alguna vez fue vida.


He venido a olvidarte junto al mar,

y con cada lágrima,

me traes de vuelta a la vida.



martes, 2 de julio de 2013

A cada segundo, en mi mente (r)



A cada segundo, en mi mente
etérea y constante,
sin pausa.

Callado, en silencio, te miraba,
tras una pequeña ventana.
Nunca supiste cómo te anhelaba
en cada madrugada,
cuando me devolvías una sonrisa
tan solo con tu mirada.

Como los rayos del sol,
que reavivan vetustas ramas
tras una noche de frío y escarcha.

Pero el frío que llegó,
ya no se desvanece.
Añoro tantas cosas de ti,
incluso en tu ausencia.

Para cobijar mi corazón,
manché mis manos de barro,
lo cubrí con pétalos rojos
y recuerdos tuyos,
plantado rosas en mi jardín yerto.

Desearía cerrar los ojos,
y no buscarte
en mis noches de tormenta,
pero aquí sigo,
agotado y rendido,
tratando de no olvidarte.

Intento tropezarme con tu sonrisa
en cada uno de mis versos,
líneas manchadas con lágrimas
y borrones en tinta,
que apenas alivian mi melancolía.

El frío de la noche arrecia pronto,
y me embargaba la soledad,
intentando no olvidarte.

Cada sorbo de café,
es un amargo suspiro para hallarte,
un miedo a que se borren los recuerdos
y te ausentes para siempre.

Miedo a que te conviertas
en un trazo ininteligible,
una mancha de tizón negro,
difuminado en una lámina,
que se borra, con tan solo
el susurro del viento.










viernes, 14 de junio de 2013

No te alejé de mi lado (r)



No te alejé de mi lado,

porque no te quisiera

o para herirte con desaire.

Sino para despertar

de un largo sueño de pasados,

y contabilizar las cicatrices

que en mi alma dejaste.

No, no te aparté de mi camino

porque ya no te amara,

lo hice para encontrar los rastros

de una quimera,

que tu recuerdo dejó,

entre las sombras y las estrellas.



No te alejé de mi lado

porque no te deseara,

sino para ser el soberano

de mi propia tristeza,

dueño y esclavo

de este corazón en llanto.





lunes, 10 de junio de 2013

Y quisiera que todo cambie (r)




Y quisiera que todo cambie,
que regrese ese primer día,
cuando me atrevía a mirar
por la ventana y contemplar cómo,
entre la noche y el día,
tan solo se desliza
un fugaz destello.

Ese mismo efímero momento,
entre tu silencio y tu sonrisa,
que me parece eterno.

Esconderme entre cortinas de un rincón,
sin encontrar resquicio
en esta sombría habitación,
Afligido entre dos paredes
de arena y cal, sostenidas
con mi espalda.
para no ver las luces del alba,
anunciando un nuevo día.
Ocultarme del recuerdo tu mirada.

He ahogado gritos entre lágrimas,
tinta y sangre,
todo en vano,
para poner fin en mi mente,
y dejar de invocarte.


Soy un naufrago errante,
confundido, viejo y cansado,
inmerso en un mar de versos,
versos en silencio, que se revelan
como un cuadro pintado
con trazos de negra melancolía.



Dunes