Me perdí en una noche
tan cálida y serena
como una gota de mar
bañada por tus ojos.
En esa hora que duermen las estrellas,
y se dilatan las horas,
mientras lentamente se mecen
en su cuna, como pequeñas nubes blancas
acariciadas por el viento.
Como cuando emerge la noche,
y mi corazón, te reclama en silencio,
los besos de tus labios.
Como ramas de olivo
entre tus manos.
Me perdí, en una de esas noches
pero tú,
estabas a mi lado.
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