sábado, 6 de octubre de 2012

Hojas resquebrajadas bajo mis pies…(r)



Hojas resquebrajadas

crujen bajo mis pasos,

anuncio majestuoso

de la llegada del Otoño.

Nada perdura eternamente.

Los almendros, desnudos,

se rinden al viento,

un frío creciente abraza

sus brazos abiertos.


El sol del mediodía,

visitante pasajero,

cobija a los cerezos,

evocando recuerdos,

de cuando se vestían

de hojas y flores.


 Esos mismos trajes

que ahora yacen marchitos

en el gélido suelo.


El cielo palidece,

su brillo se apaga

 y se tiñe de amarillo.

Atrás se desvanecen

los días cálidos

vencidos en susurros,

 en el sueño de la noche.


Nada es eterno.


Sólo el frío persiste,

un testigo mudo,

que mantiene con vida

mi corazón inerte.


Y solo el recuerdo 

de tu sonrisa,

de un último beso,

desharía este gélido yermo. 


Pero los días de ayer

parecen ya tan lejanos.


lunes, 27 de agosto de 2012

Quiero susurrarle a la luna (r)



Quiero susurrarle a la luna al oído,

acariciar con dulzura su tez plateada

contarle los sueños de cuando era niño

y en las frías noches del estío

silenciaba mis lágrimas en la mañana.


Quiero sentarme en su falda blanca y pura

y dormir cobijado por su caluroso destello,

soñar, que ya no sueño nada

y que todo ha sido un sueño.


Quiero sucumbir a su lado,

abrazado, en calma.

Despertar al alba con su mirada,

como en las noches de verano

el rocío, besa la madrugada.



viernes, 24 de agosto de 2012

cada mañana (r)



Despierto cada mañana

acariciando un vaso de café,

tan amargo

como mis lágrimas sin tus labios,

esperando encontrar,

tus besos,

tu sonrisa,

tu mirada.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Abrazado a una botella. (r)



Quién iba a pensar
que tus palabras de promesa
dolieran tanto como
tú silencio.

Que la esperanza
de soñar contigo
durara un suspiro,
como perseguir
el paso de una estrella
en el negro infinito.

Quién iba a pensar
que te escondieras
entre las luces de la noche
y yo, te busqué aquí,
bajo la tierra.

No hay rincones en mi
pecho que te resguarden.
Solo una lágrima
atestigua tu recuerdo


Quién iba a pensar
que el dolor
de haberte ido,
ese frío que estremece
y a mi corazón congela,
lo iba a luchar
en esta solitaria arena,
al calor de una hoguera,
postergando un delirio,
abrazando a una botella.


martes, 31 de julio de 2012

Nunca te mostré el mar (r)



 Quise mostrarte el mar,

sentados, tú y yo,

en la arena,

desnudando estrellas

a las faldas de la noche.


En un abrazo

esperando que amaneciera,

y a tu lado a mirar,

como las olas del mar

acarician nuestros latidos.


En el vaivén

del silencio,

trazar camino

hasta tu cintura,

y en mi boca,

morían tus besos.


En la arena,

junto al mar y el viento,

sentado sueño.



jueves, 21 de junio de 2012

Algún día (r)




Algún día,

eludiremos la distancia

con el abrazo de nuestro cuerpos.

Dejaremos atrás

los miedos

de vastos mares,

y viejos recuerdos.


Algún día,

en silencio oirás

los susurros de mi corazón

y sabrás que te habla a ti.


Algún día,

cuando naufrague

en tu cuerpo.


Tu Silencio (r)



No recuerdo el día

que alejaste tu mano de mi mano.

No fui consciente

que el dolor llegó callando,

hasta que mire atrás,

y en mis lamentos,

estaba tu nombre,

viendo tu silueta

alejarse de mis noches.


No pude retener 

 tus pasos errantes.

Era tu destino,

y cada huella

que dejabas,

cada palabra

que callabas,

era tu camino.

Ese mismo,

que te apartó de mí


Te busqué siempre

con cada puesta de sol,

esperándote de pie,

lleno ilusiones,

mirando como,

con la llegada de la tarde,

se ruborizaba el cielo,

del mismo modo que

con tus besos,

pintabas mis mejillas.


Siempre te busqué

a gritos,

sin llanto,

en el silencio,

sin consuelo.


Y permanecí esperando

a que la marea trepara

por mis rodillas.

Anhelando que el vuelo

de alguna gaviota me trajera

de vuelta tu sonrisa.

Deseando sentir otra vez

el calor en mi corazón descalzo,

de esta arena,

que ahora yace fría.



Dunes