Mi corazón es
humilde patio abierto,
repleto de rosas
y amapolas,
en muros blancos
de cal y arena fina.
Con suelo de piedra,
y por techo,
un trocito de cielo
abierto de par en par
que susurra un “te quiero”,
al ver pasar una nube.
¿Y ese naranjo que
hay en medio vestido
con lunares y azahar?
Lo plante para ti
para cobijarnos
de la luna celosa,
bajo su sombra,
podernos amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé respetuoso