Miro con paulatina lentitud
como vencen tus pequeños ojos,
poco a poco echando el telón,
al largo día pasado.
Miro con ingenua juventud
como humedeces tus labios,
apartas un negro mechón
y yo te espero aquí
embelesado.
Porque no es sino
en este mi soñar
donde vadeo el tiempo.
Perversa distancia
¡ maldigo a este Mar !.
Clamo a los dioses
poder robarte
uno de tus besos,
besos de seda y azahar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé respetuoso